Antonio Porchia 

                                                                                                    


Toda persona anónima es perfecta.

Un alma santa no nace de un paraíso;
nace de un infierno.

Quien va de fuego en fuego, muere de frío.

Si el hombre tuviese alas, bajaría más.

El mundo perdona tus defectos, no tus virtudes.

El amor nace de dos amores y muere en uno.

Del vivir conozco el vivir de nada,
del morir, el morir de todo.

La savia que alimenta la memoria 
del alma humana casi está seca.
¿Morirá la memoria del alma humana?

La primavera del espíritu florece de invierno.

Una flor en la mano muere, apagando una estrella.

Lo eterno es el producto de efímeras vidas.

El corazón, cuando palpita por nada,
palpita escondido.